En los últimos meses se ha visto llegar a varios Airbus A380 a los cementerios de aviones de todo el mundo. Las aerolíneas ya no los quieren y en el mercado de segunda mano no hay demanda para estos gigantes del aire. Aunque anualmente se desguazan más de 400 aviones para venderlos por partes en el mundo, desarmar el avión de pasajeros más grande del mundo no es tarea fácil.
Esta labor debe hacerse con sumo cuidado para preservar la integridad de las partes que se quieren vender. Además, el proceso debe ser responsable con el medio ambiente y generar la menor cantidad de contaminación y basura posible.
Desde finales del 2019 se comenzó con la“canibalización” del primer A380que fue retirado de servicio. La compañía encargada del proceso de TARMAC Aerospace, una subsidiaria de Airbus. Al principio, se había anunciado que el proceso podría durar hasta dos años, pero esta empresa logró desmantelar el primer Superjumbo en menos de 11 meses. Inclusive, es posible que los aficionados a la aviación se hagan con una parte del fuselaje del avión. La compañía Aviationtag de Alemania ha lanzado una serie especial de 7.000 “tags” fabricadas con la piel del MSN003.
De ahí en adelante, comienza un proceso de canibalización “a la carta”. Los clientes son los que -a través de intermediarios- solicitan determinada pieza que luego es removida y vendida de acuerdo con el pedido. Las puertas, el empenaje, las alas, el tren de aterrizaje los flaps y alerones son las partes más pedidas.
Fuente; Transponder 1200
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