Por mucho tiempo se ha relacionado las características de vuelo de diversos animales con el desarrollo de prototipos de aeronaves y la industria aeronáutica en general. Existe abundancia de aves e insectos con numerosas particularidades. Sin embargo existe un mamífero, el único en vuelo activo, el murciélago.
A pesar de que existen más de 1000 especies diferentes, es común que a todos se les atribuya una ceguera permanente que no podría estar más lejos de la verdad. En realidad los murciélagos no son ciegos. Aunque no tienen la vista tan desarrollada como la de los seres humanos, sus ojos tienen secretos que no permiten que su visión se considere deficiente sino más bien, diferente.
Son los únicos mamíferos capaces de ver la luz polarizada del sol y usarla para orientarse en espacios abiertos. Por supuesto que esto lo complementan con lo que se conoce como ecolocalización, con la cual lograron maniobrar en espacios reducidos y oscuros emitiendo sonidos de alta frecuencia que retornan a su sistema sensorial.
Esto es un buen punto de comparación con el conocido RADAR, término que se basa en el acrónimo: Radio Detection and Range (Detección de radio y rango).

Si bien los radares que conocemos, no necesariamente producen sonidos que se devuelvan, sí permiten el envío de ondas electromagnéticas para medir distancias, altitudes, direcciones, velocidades de objetos estáticos o en movimiento, formaciones meteorológicas y hasta el mismo terreno.
Su funcionamiento se basa en un impulso de radio que refleja en el objetivo y se devuelve al emisor, pudien