Desde el siglo XIX existe el concepto de diseño una forma de punta alar que permita mayor eficiencia del sistema. Para 1910 ya existían partes específicas para superficies HTD extendidas en la punta de un ala con el fin de aumentar su eficiencia aerodinámica. No es un concepto totalmente nuevo, pero su aplicación generalizada ha sido cosa de las últimas décadas.
Los dispositivos de punta alar, más conocidos como winglets (Boeing) y Sharklets (Airbus) –según el fabricante que lo construya-, son estructuras ubicadas en el extremo de los planos de un avión con el fin de aumentar su eficiencia aerodinámica, reducir el consumo de combustible y aumentar el alcance de la aeronave.

Los primeros ensayos reales con este tipo de dispositivo se dieron durante la Segunda Guerra Mundial. Alemania experimentó con dispositivos ubicados en la punta de las semi-alas de los aviones de combate a reacción, como los Heinkel He-162 con el fin de mejorar su estabilidad. Este diseño implicaba una pequeña extensión del ala curvada hacia abajo. Luego de la guerra, el Doctor Sighard F. Hoemer profundizó en la teoría sobre este dispositivo, al punto de que hoy en día se conocen como “Puntas Hoemer” aquellas donde la extensión se curva hacia abajo.

Heinkel He-162
El concepto moderno y aplicado a los dispositivos de punta alar se comenzó a desarrollar en la década de los 70. Experimentos prácticos en un avión Boeing KC-135 equipado con una aleta permitieron evaluar los buenos resultados de esta configuración.

En el campo de la aviación ejecutiva, el Learjet 28 se convirtió en el primer avión de producción en introducir los dispositivos tal y como lo conocemos hoy en día en su forma general.
Esto ocurrió en el año de 1977, al tiempo que otros fabricantes como Gulfstream desarrollaban sus investigaciones en esta materia para equipar a los modelos G-III, G-IV y G V. Pero en 1975 el reconocido diseñador Burt Rutan ya había instalado estas tecnologías en su avión VariEze. Los innovadores diseños de Rutan continuaron usando dispositivos de punta alar, incluso el famoso Voyager, el primer