La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha instado a los gobiernos de Centroamérica a que cooperen con la industria para maximizar los beneficios que la aviación puede aportar a la región. La aviación genera 859.000 empleos y aporta 17.900 millones de dólares al valor añadido bruto del PIB total de los siete países de América Central, así mencionó el Vicepresidente Regional para las Américas de la asociación, Peter Cerdá.
En su discurso durante la celebración del Día de la Aviación, organizado por la IATA, la Asociación de Aerolíneas de Costa Rica (ALA) y la Asociación Latinoamérica y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Cerdá puso de relieve las diferencias que esconde la evolución de la industria en la región y destacó los excelentes resultados de los países que han apostado por una aviación próspera y los beneficios económicos y sociales que esta proporciona.
En Panamá, por ejemplo, la aviación y el turismo internacional proporcionan 238.000 empleos y aportan un 14 por ciento al PIB. En Belice, la aviación aporta el 33 por ciento al PIB del país. Por el contrario, Guatemala y Honduras sólo se benefician de un 1 por ciento y un 3 por ciento, respectivamente.
Para conseguir el máximo beneficio de la conectividad aérea, los países deben:
crear un marco regulatorio en línea con las mejores prácticas globales;
garantizar costes competitivos y una administración aeroportuaria eficiente mediante una comunicación abierta con la industria;
garantizar una gestión transparente y la participación de la industria en proyectos de planificación y desarrollo de las infraestructuras en toda la región
Lamentablemente, hay demasiados ejemplos que se alejan de esta fórmula. En Guatemala, las aerolíneas se exponen a importantes sanciones ante la negativa de la administración tributaria a aplicar fórmulas de asignación de costes globalmente aceptadas para el cálculo del impuesto que grava las operaciones. La IATA y otros socios trabajan con el gobierno para encontrar soluciones que aseguren la aplicación de las mejores prácticas aceptadas globalmente en materia tributaria del transporte aéreo.
También en aquellos países donde los gobiernos reconocen el valor de la aviación para el desarrollo y el crecimiento, se puede hacer aún más. En Panamá, un tribunal ha condenado a una aerolínea a pagar una indemnización de más de un millón de dólares por daños y perjuicios tras una reclamación de carga. La sentencia supera con creces los límites de responsabilidad para las reclamaciones de carga contempladas en el Convenio de Montreal y del que Panamá es adherente. La sentencia ha sido apelada y cuenta con el respaldo de la IATA.
Fuente: Transponder1200
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