
El primer BelugaXL de Airbus aprobó con éxito la Prueba de Vibración en el Suelo, un requerimiento necesario de cara a la certificación de la aeronave y a su vuelo inicial, programado para el verano de 2018.
El objetivo de la prueba era medir el comportamiento dinámico de la aeronave y confirmar los modelos teóricos de varias condiciones de vuelo, tales como la facilidad para realizar maniobras, volar y aterrizar en condiciones difíciles.
Los datos obtenidos también ayudan a predecir la amplitud de las vibraciones que puede soportar la aeronave mientras opera, y ayuda a eliminar el riesgo de flameo (o flutter), un fenómeno responsable de algunos accidentes en el pasado.
El examen fue realizado por la Oficina Nacional de Estudios e Investigaciones Aeroespaciales (ONERA) de Francia, en colaboración con el Centro para Vuelos Espaciales y Aéreos (DLR) de Alemania.
El programa BelugaXL fue lanzado en noviembre de 2014 para ayudar con los problemas de carga que Airbus tendrá a partir de 2019 para transportar partes de los aviones que construirá, como, por ejemplo, dos alas del A350 al mismo tiempo.
La empresa europea sólo planea construir cinco aviones BelugaXL.